La realidad es que no es necesario ducharse todos los días. Los médicos recomiendan que lo hagamos al menos una vez cada dos o tres días, dependiendo de la situación en la que te encuentres (por ejemplo, en el caso de inviernos muy fríos), pero por tu bienestar y el de los que te rodean, una ducha diaria es recomendable. Lavarse el rostro y las manos a diario, por otro lado, si es completamente necesario.
Quienes hemos vivido en países tropicales acostumbramos incluso a ducharnos varias veces al día, al igual de quienes sufren las consecuencias de un verano intenso en Europa. No obstante, las consecuencias de no ducharse ni lavarse jamás pueden ser catastróficas para el organismo. Hay personas que han decidido olvidarse de las duchas por meses e incluso años, y sus organismos se han visto muy afectados por estas decisiones.
En general, esto es lo que ocurre si dejas de lavarte:
Tu piel sufrirá, y mucho
¿has pasado tres o mías días sin ducharte y sentiste que la piel te empezaba a picar mucho en algunas zonas? Esa sensación no hará más que empeorar con el paso de los días. Ducharse o lavarse ayuda a mantener la piel hidratada, por lo que no hacerlo por largos períodos de tiempo (o incluso días) ayudará a que se irrite e incluso aparezcan erupciones en la piel.
Por otro lado, la piel tiende a producir mucha más grasa en algunas zonas, como el rostro o el cuero cabelludo. Con el paso de los días tu cabello lucirá como si te hubieses colocado algún gel para peinar, extremadamente brillante y pegajoso. Pero no te dejes engañar, eso es grasa, esa que normalmente quitarías de tu cabeza con una buena ducha y una dosis de champú.
En el caso de tu rostro (y otras partes), el exceso de grasa junto a la suciedad y el polvo acumulado, ayudaría a la producción de granos, espinillas, puntos negros y, en general, acné. El rostro es la parte del cuerpo que produce más grasa, por ello es recomendable lavarse todas las noches antes de acostarse a dormir.
Por otro lado, la piel tiende a producir mucha más grasa en algunas zonas, como el rostro o el cuero cabelludo. Con el paso de los días tu cabello lucirá como si te hubieses colocado algún gel para peinar, extremadamente brillante y pegajoso. Pero no te dejes engañar, eso es grasa, esa que normalmente quitarías de tu cabeza con una buena ducha y una dosis de champú.
En el caso de tu rostro (y otras partes), el exceso de grasa junto a la suciedad y el polvo acumulado, ayudaría a la producción de granos, espinillas, puntos negros y, en general, acné. El rostro es la parte del cuerpo que produce más grasa, por ello es recomendable lavarse todas las noches antes de acostarse a dormir.
Suciedad extrema y enfermedades
Este hombre lleva 60 años sin ducharse. Sí, en serio.
El cuerpo humano está cubierto de bacterias y hongos, incluso cuando nos duchamos constantemente. El problema es cuando estos se salen de control y, básicamente, se apoderan de la piel. Esto puede ocasionar enfermedades, infecciones y afectar seriamente esa zona que tanto debemos cuidar: la ingle y todas sus partes. Sí, todas.
Más allá de eso, con el paso de las semanas y meses se acumulará tanta suciedad sobre tu piel que comenzarán a aparecer manchas de color marrón, lo que es conocido por los médicos como negligencia de la piel. Por otro lado, entre los dedos de los pies y la pelvis se puede acumular tanto sucio que sería visible como manchas negras y partículas desagradables, lo que ayudaría a ocasionar infecciones por esas zonas.
El cuerpo humano está cubierto de bacterias y hongos, incluso cuando nos duchamos constantemente. El problema es cuando estos se salen de control y, básicamente, se apoderan de la piel. Esto puede ocasionar enfermedades, infecciones y afectar seriamente esa zona que tanto debemos cuidar: la ingle y todas sus partes. Sí, todas.
Más allá de eso, con el paso de las semanas y meses se acumulará tanta suciedad sobre tu piel que comenzarán a aparecer manchas de color marrón, lo que es conocido por los médicos como negligencia de la piel. Por otro lado, entre los dedos de los pies y la pelvis se puede acumular tanto sucio que sería visible como manchas negras y partículas desagradables, lo que ayudaría a ocasionar infecciones por esas zonas.
Por último, lo más evidente: apestarías
Si has pasado tres o más días sin ducharte, has levantado tus brazos para dar una olida rápida a tus axilas y pensaste: “pero es que no huelo mal”, lamento decirte que estás equivocado, muy equivocado. Hay una creencia popular que dice que el ser humano no puede sentir su propio olor, y es completamente cierta. Si no te has duchado durante días o semanas puedes estar absolutamente seguro de que apestas, y apestas mucho.
El mal olor corporal no es ocasionado por el sudor, dado que este es, en general, inodoro. La peste es ocasionada por la acumulación de bacterias y partículas de piel muerta sobre tu cuerpo, las cuales se mezclan con el sudor. Con el paso del tiempo serán tantas las que se acumulen que el olor será cada vez peor, e incluso tu mismo lo sentirás.
Las consecuencias de dejar de lavarse por completo durante un largo tiempo son tan severas que no podrás solucionarlo con una sola ducha. Pasarán días o semanas hasta que tu cuerpo vuelva a la normalidad.
Así que, en conclusión, por tu bien y el de tu entorno: dúchate.
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