Por fortuna, es un problema raro, pero también es uno de los peores que te puede ocurrir. Supongamos que no te das cuenta de la diferencia de diámetro de los surtidores (ni de los numerosos carteles indicadores) y le echas diesel a un automóvil con motor de gasolina. ¿Qué ocurre y qué puedes hacer?
Para empezar, hay que diferenciar brevemente entre gasolina y diesel. Ambos combustibles refinados provienen del petróleo, pero el diesel se refina de una manera completamente diferente que requiere de un motor diferente. Un motor diesel generalmente tiene diferentes ratios de compresión y de mezcla aire-combustible.
La diferencia más importante es que los motores diesel comprimen el aire para encender el combustible en lugar de hacerlo con las chispas que usan los motores de gasolina. En definitiva, ambos combustibles se parecen, pero cada motor está diseñado para usar solo uno de ellos.
De hecho, es bastante difícil poner diesel en un depósito de gasolina por puro accidente. El diámetro del tubo surtidor de los diesel es un poco mayor, lo que hace que sea imposible meterlo del todo en la toma de combustible del vehículo.
Asumamos que, pese a todo, ha ocurrido. Quizá estabas muy desesperado porque te has quedado sin combustible en mitad de ninguna parte y has decidido probar suerte. El motivo es lo de menos. La primera pregunta es la más importante.
¿Qué hacer?
Si tienes la suerte de darte cuenta del error antes de arrancar el motor, no lo arranques. Es posible purgar el depósito de combustible (vaciarlo completamente y limpiarlo) antes de que el diesel llegue al motor y el automóvil estará bien. Purgar el depósito te costará dinero. ¿Cuánto? Pues todo depende, pero según el propietario del taller mecánico Automotive Authority, Tim Anderson entre 400 y 1.500 dólares. Purgar el depósito significa limpiar no solo el tanque, sino también las líneas de combustible, los inyectores y la bomba de carburante.
El peor escenario
Ahora bien, ¿qué pasa si enciendes el motor? La respuesta corta es: daño grave en el motor. El profesor de ingeniería mecánica en la Universidad de Illinois y experto en combustión interna Chia-Fon Lee explica que la mayor parte de los conductores se dan cuenta del problema muy rápido por el ruido horrible que hace el motor.
Para cuando el ruido se produce, el daño ya está hecho. El diesel daña los cilindros y suele provocar una pérdida de compresión o un problema de lubricación que termine en la temida avería conocida como gripado del motor. En estos casos es raro que el motor no sufra un daño permanente y haya que reemplazarlo o reconstruirlo. La avería no suele bajar de los 2.300 dólares.
En definitiva, si le echas diesel a un automóvil de gasolina y te das cuenta antes de arrancar, no lo enciendas. Si ya lo has encendido, apágalo inmediatamente, llama a una grúa y cruza los dedos. Quizá todavía puedan salvar el motor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario