En 1983 previno una guerra nuclear entre la Unión Soviética y Estados Unidos, recibió dos premios World Citizen Award de la Asociación de Ciudadanos del Mundo y fue homenajeado por la ONU, pero su muerte ha pasado desapercibida. El pasado mes de mayo, el teniente coronel retirado ruso Stanislav Petrov falleció a los 77 años, si bien la noticia de su muerte ha trascendido solo meses después.
El pasado 7 de septiembre, el activista político alemán Karl Schumacher llamó a su amigo Petrov para felicitarle por su cumpleaños y se "quedó impactado" cuando el hijo del militar retirado, Dmitri, le dijo que su padre había muerto, recuerda el alemán en su página web. Dmitri le precisó a Schumacher que su padre había fallecido el 19 de mayo de este año.
Así evitó que desatara una guerra nuclear El 26 de septiembre de 1983, Stanislav Petrov logró evitar un conflicto nuclear a escala mundial cuando era jefe del búnker soviético que albergaba el centro de mando de Inteligencia de la URSS. Su misión era avisar a sus superiores de un posible ataque con misiles por parte de EE.UU., y aquel día ocurrió algo de lo más inquietante. Los sistemas localizaron lo que parecía ser un misil balístico acercándose a la URSS, pero Petrov logró mantener la calma e interpretó correctamente la situación: sabía que en caso de ataque nuclear habría miles de misiles, mientras que en esta ocasión solo uno —y otros cuatro un poco después— habían sido divisados.
Petrov solo contaba con 15 minutos para avisar al Kremlin de lo que estaba pasando, después de lo cual el Gobierno tenía otros 15 minutos para decidir si activaba las medidas de represalia. Sin embargo, como pensaba que se trataba de un error, Petrov empezó a dar órdenes a sus militares para evitar que cundiera el pánico. En cualquier caso, sabía que su decisión respecto a los presuntos misiles "tendría muchas consecuencias", reconoció en una entrevista con RT en 2010. Pese a lo "asustado" que estaba —"sentía como si no pudiera ponerme de pie"—, Petrov siguió con su versión y aseguró a sus superiores que solo se trataba de un fallo del sistema.
Sin embargo, pronto se supo que estaba en lo cierto y que los supuestos proyectiles no eran otra cosa que reverberaciones de la luz solar en las nubes captadas por los satélites soviéticos. Sin embargo, en un primer momento, no solo fue galardonado por su valentía, sino que fue castigado por no rellenar unos documentos rutinarios. "A mis superiores los acusaban del mal funcionamiento del sistema y ellos no querían reconocer que alguien había hecho algo bueno", recalcó Petrov.
El reconocimiento en Europa
Nadie tuvo noticia de su hito antes de 1988, cuando el tabloide alemán 'Bild' publicó una entrevista con un alto militar ruso en la que este se refirió a la hazaña de Petrov. En la publicación también se decía que Petrov vivía sumido en la pobreza en las cercanías de la capital rusa. Karl Schumacher, que leyó el artículo, decidió visitar a Stanislav e invitarlo a Alemania. El ruso llegó un poco más tarde a la ciudad de Oberhausen, donde concedió varias entrevistas a la prensa y a una cadena de la televisión local.
Después de aquello, todo el mundo se enteró de lo que aquel hombre había hecho para prevenir una guerra nuclear. Más tarde Petrov recibió el Premio Alemán de Medios, el Premio de la Paz de Dresde, un premio del Senado de Australia y dos premios World Citizen Award de la Asociación de Ciudadanos del Mundo, siendo también homenajeado por la ONU. En 2014 se estrenó la película 'El hombre que salvó al mundo', basada en su historia y en la que participó el actor estadounidense Kevin Costner, que envió a Petrov "unos 500 dólares" en agradecimiento por no haber lanzado misiles contra Washington, según recordó Stanislav en una entrevista al periódico 'Komsomólskaya Pravda'
Cuando empezaron a calificarlo de héroe, el propio Petrov se quedó "sorprendido" porque —según dijo— nunca se vio a sí mismo de esa manera. "Solo fue un episodio de trabajo. Fue difícil, pero reaccioné bien. Ya está", afirmó.
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